Modos de ver, John Berger
El arte justifica muchas formas de autoridad porque el arte es una autoridad única.
"Por ejemplo, el concepto de una Herencia Cultural Nacional aprovecha la autoridad del arte para glorificar el actual sistema social y sus prioridades" (37)
En uno de los ensayos del libro Modos de ver, Berger explica la condición de la mujer ante el hombre. Su condición es de sumisión. En la pintura europea esta condición se nota cuando vemos en algunos cuadros a la mujer desnuda, que lo está para el deleite del propietario del cuadro, de la mujer, y para el deleite del espectador. El mensaje es "esta mujer es mía".
Berger explica que en otras tradiciones no europeas, como la india, la persa o en el arte africano, la desnudez no implica una subordinación, ya que hombres y mujeres no posan desnudos para ningún propietario. El espectador ve sujetos desnudos en una acción, hombre y mujer están activos.
"Estar desnudo es ser uno mismo (... ) Estar desnudo es estar sin disfraces.
Ser un desnudo equivale a ser visto en estado de desnudez por otros, y sin embargo, no ser reconocido por uno mismo. Para que un cuerpo desnudo se convierta en "un desnudo" es preciso que se le vea como un objeto. (Y verlo como un objeto estimula el usarlo como un objeto.) La desnudez se revel a sí misma. El desnudo se exhibe (...) El desnudo es convertir en un disfraz la superficie de la propia piel, los cabellos del propio cuerpo. El desnudo está condenado a no alcanzar nunca la desnudez. El desnudo es una forma más de estar vestido". (62)
"Las obras de arte de las traducciones anteriores celebraban la riqueza. Pero la riqueza era entonces símbolo de un orden social fijo o divino. La pintura al óleo celebraba una nueva clase de riqueza: una riqueza más dinámica, cuya única sanción era el supremo poder de compra del dinero. Y así, la pintura misma tenía que ser capaz de demostrar la deseabilidad de aquello que se podía comprar con dinero. Y la deseabilidad visual de lo que puede comprarse estriba en su tangibilidad, en cómo halagará el tacto, la mano, del propietario". (101)
"Por ejemplo, el concepto de una Herencia Cultural Nacional aprovecha la autoridad del arte para glorificar el actual sistema social y sus prioridades" (37)
En uno de los ensayos del libro Modos de ver, Berger explica la condición de la mujer ante el hombre. Su condición es de sumisión. En la pintura europea esta condición se nota cuando vemos en algunos cuadros a la mujer desnuda, que lo está para el deleite del propietario del cuadro, de la mujer, y para el deleite del espectador. El mensaje es "esta mujer es mía".
Berger explica que en otras tradiciones no europeas, como la india, la persa o en el arte africano, la desnudez no implica una subordinación, ya que hombres y mujeres no posan desnudos para ningún propietario. El espectador ve sujetos desnudos en una acción, hombre y mujer están activos.
"Estar desnudo es ser uno mismo (... ) Estar desnudo es estar sin disfraces.
Ser un desnudo equivale a ser visto en estado de desnudez por otros, y sin embargo, no ser reconocido por uno mismo. Para que un cuerpo desnudo se convierta en "un desnudo" es preciso que se le vea como un objeto. (Y verlo como un objeto estimula el usarlo como un objeto.) La desnudez se revel a sí misma. El desnudo se exhibe (...) El desnudo es convertir en un disfraz la superficie de la propia piel, los cabellos del propio cuerpo. El desnudo está condenado a no alcanzar nunca la desnudez. El desnudo es una forma más de estar vestido". (62)
"Las obras de arte de las traducciones anteriores celebraban la riqueza. Pero la riqueza era entonces símbolo de un orden social fijo o divino. La pintura al óleo celebraba una nueva clase de riqueza: una riqueza más dinámica, cuya única sanción era el supremo poder de compra del dinero. Y así, la pintura misma tenía que ser capaz de demostrar la deseabilidad de aquello que se podía comprar con dinero. Y la deseabilidad visual de lo que puede comprarse estriba en su tangibilidad, en cómo halagará el tacto, la mano, del propietario". (101)
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